Levantamiento zapatista


Debido tanto a la necesidad de asegurar la cohesión, el control y la coordinación de las bases de apoyo, como a las exigencias de la estrategia política del EZLN tras el levantamiento de 1994, se requirieron nuevas formas regionales de organización política para establece una autonomía de facto en los territorios «controlados» por los rebeldes.

En la fecha en que el gobierno federal se disponía a celebrar la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en la madrugada del 1° de enero de 1994, los insurgentes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional tomaron por las armas cinco cabeceras municipales del estado de Chiapas: San Cristóbal de las Casa, Altamirano, Las Margaritas, Ocosingo y Chanal.

Los orígenes y la organización civil del zapatismo

Los orígenes político-militares del Ejército Zapatista de Liberación Nacional se encuentran en las Fuerzas de Liberación Nacional Realizar trabajos colectivos de infraestructura y servicios comunitarios. Estas funciones –que, evidentemente, han variado en el tiempo después de la desmovilización de la guerrilla a principios de la década pasada–, estrechan los lazos de solidaridad comunitarios, incrementan la integración social y afianzan una «identidad zapatista».

En las comunidades zapatistas los «promotores» de educación y salud revisten gran importancia para la vida colectiva, en general, y para el mantenimiento de la identidad zapatista y la continuación de la resistencia, en particular. En cada comunidad su número varía entre cuatro y seis personas, tanto hombres como mujeres, para cada promoción, los cuales son «nombrados» por la comunidad. A falta de servicios médicos locales, el promotor de salud se encarga de la prevención de enfermedades y el cuidado de la salud. Por su parte, el promotor de educación enseña a los niños zapatistas a leer, escribir y realizar operaciones matemáticas básicas. También instruyen a los niños en historia patria, «vida y medio ambiente» e «integración».

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